Vitamina C

Ácido ascórbico

Frutas con vitamina C

Es la vitamina antioxidante por excelencia. Se han desarrollado gran cantidad de estudios científicos al respecto y muchos demuestran el efecto positivo que tiene, en resfriados y gripe, el uso continuado de vitamina C.

La vitamina C o ácido ascórbico, es una vitamina hidrosoluble presente en general en los alimentos vegetales, especialmente en frutas y verduras frescas, en las que se encuentra de forma natural bajo dos estados químicos. Ambas formas tienen la misma función fisiológica y se mantienen en equilibrio a nivel celular interviniendo en todos los cambios de potencial redox corporales. Por intervenir en estos mecanismos de oxidación-reducción es un buen inductor de la resistencia a las infecciones, ya que estimula las defensas naturales del organismo.

El ácido ascórbico es un potente antioxidante protector del daño celular producido por los radicales libres, pero además produce aumento de los niveles de glutation que es uno de los antioxidantes más potentes sintetizados por el organismo.

El doctor Linus C Pauling (Premio Nobel de Química en 1954) dice que “la vitamina C tiene el poder de prevenir y curar, no sólo el resfriado común y la gripe, sino también otras enfermedades virales y varias infecciones bacterianas”. Su principal mecanismo de acción es el de reforzar el sistema inmunitario”.

La vitamina C tiene múltiples funciones: juega un papel fundamental en la síntesis de colágeno y formación y mantenimiento de todos los tejidos. Por ello, ayuda a cicatrizar las heridas; también previene el envejecimiento, la aparición de cataratas, favorece la absorción del hierro y calcio, mejora la transmisión nerviosa…

Recuerda: en tiempo de frío… haz lo posible por no caer.