Desayunar bien es la mejor manera de empezar bien el día

 

Familia desayunando

 

Un buen desayuno es importante a cualquier edad.

Por la mañana, después de las 10 o 12 horas de ayuno que han pasado desde la cena, el cuerpo necesita energía y nutrientes para poder realizar las actividades que le esperan tras levantarse: las clases en el colegio, deporte, la jornada laboral, las tareas del hogar… No desayunar implica cansancio, falta de energía y escaso rendimiento en el colegio o en el trabajo.

En un desayuno equilibrado se tiene que aportar el 20% de las necesidades energéticas diarias, por lo que no desayunar va a suponer que sea difícil cubrir las necesidades nutricionales con el resto de las comidas del día; lo que en el caso de los niños aún va a tener más importancia, ya que se encuentran en una etapa de crecimiento y desarrollo.

¿Qué beneficios aporta a toda la familia un buen desayuno, sano y equilibrado?

  • Mejora el estado nutricional: Aporta energía y nutrientes que el organismo necesita durante el día, especialmente en los niños y jóvenes. Hay que aportar hidratos de carbono, sobre todo de absorción lenta, que se transformarán en glucosa, el combustible que nuestro cerebro y nuestro cuerpo necesitan. Y hay que aportar fibra, fundamental para la salud intestinal y digestiva.
  • Aumenta el rendimiento físico. El cuerpo necesita energía para poder realizar las actividades, sobre todo, las físicas.
  • Aumenta la concentración y la memoria. Un desayuno equilibrado aporta glucosa, imprescindible para el cerebro, por lo que mejora la memoria, la concentración y la creatividad.
  • Da alegría y buen humor. El desayuno aumenta los niveles de glucosa en la sangre (que están bajos tras toda la noche de ayuno), lo que hace que el sistema nervioso funcione mejor, y esto se traduce en alegría y buen humor.
  • Ayuda a controlar el peso. Desayunar ayuda a mantener el peso dentro de límites saludables en mayor medida que si se omite esta comida tan importante del día. Al desayunar no se tiene tanta hambre a lo largo de la mañana y es más fácil no picotear.
  • Es un buen hábito. Acostumbrar a nuestros hijos, desde pequeños, a levantarse con tiempo suficiente para tomar un buen desayuno es transmitirles buenos hábitos, y esto es positivo para la salud y el bienestar de toda la familia.

Y recuerda: un buen día comienza por un buen desayuno.