El hígado es el órgano depurativo principal

Hígado y riñones

Transformación hepática de las toxinas 

La detoxificación hepática se lleva a cabo en dos fases.

Fase I: Las encargadas de realizarla son las más de 100 enzimas que forman parte del citocromo P-450. Cada una posee especificidad para una o más toxinas.

Uno de los productos secundarios de esta fase es la formación de radicales libres, que serán neutralizados por los antioxidantes endógenos que posee nuestro cuerpo. Y el producto principal es un metabolito intermedio que resulta de la transformación de la toxina (molécula liposoluble) hacia una molécula algo más hidrosoluble. 

Fase II: Consiste en conjugar ese metabolito intermedio para neutralizarlo y transformarlo en una molécula hidrosoluble que se pueda unir a otra sustancia que le permita ser eliminada a través de la bilis (eliminación digestiva por las heces) o de la sangre (eliminación renal por la orina).

 

Eliminación biliar 

La bilis es el vehículo que utilizan las toxinas que han pasado por el hígado para llegar al intestino delgado y poder ser eliminadas al exterior a través de las heces.

Cuanto más rica en fibra sea nuestra dieta, más poder de retención y de atrapamiento de toxinas tendrán las heces en su tránsito intestinal y, por lo tanto, menos toxinas pasarán la barrera intestinal y serán reabsorbidas de nuevo.

Más información sobre el hígado en este post.

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